Y el más sexy es...

Y el más sexy es…

Hubo un tiempo en que los móviles no eran todos iguales, quiero decir, no tan parecidos. Algunos eran pequeños y manejables, otros grandes y complejos, algunos otros resultaban futuristas y cinematográficos y algún que otro, pesado y feo. Pero sin duda alguna, en esa época, pudimos encontrarnos con verdaderos futuros iconos de la telefonía móvil, capaces de reunir en su diseño elegancia y deseo. Algunos por sus voluptuosas curvas de suave hardware, otros por sus espectaculares aperturas sincronizadas, algunos otros por sus exuberantes capacidades de cálculo y los más atrevidos, por ese concupiscente aire de persona exitosa e interesante que proyectaban en su atrayente propietario o propietaria.

No cabe duda, si tuviéramos que elegir el teléfono móvil más sexy, nuestro flamante seleccionado pertenecería a esa época.